Sí, parece increíble pero es cierto, existe el acné después de los 30. En mi caso nunca he tenido acné porque tengo la piel extremadamente seca pero desde hace unos meses empezaron a parecer algunos granitos, siempre en la misma zona, barbilla y mandíbula. Sin embargo, a la misma vez mi frente estaba cada vez más seca.
Al principio pensaba que era algo temporal, algún desajuste puntual, pero al cabo de unos meses empecé a investigar. Resulta que, según algunas fuentes, hasta el 40% de los adultos sufre acné después de los 30 años, de estos, el 75-85% son mujeres.
¿En qué se diferencia el acné de la adolescencia y el acné después de los 30? El primero afecta principalmente a la zona T y el segundo, barbilla, mandíbula e incluso sienes.
¿Cuáles son las causas principales?
Pues, aunque la predisposición genética, la alimentación, y el cuidado de la piel son muy importantes, la principal causa es de origen hormonal (como era de esperar) y por lo visto el factor desencadenante en un gran número de casos es el estrés que afecta a la secreción de hormonas de nuestro cuerpo. Sí, lo has leído bien, el responsable es el estrés.
Pero, vamos a lo más importante ¿Qué podemos hacer para combatirlo? Después de leer mucho y hablar con algún que otro dermatólogo, os diría que lo más importante se resume en 7 tips básicos:
7 tips básicos contra el acné
Manos fuera de la cara: esto no hace falta que lo expliquemos, hay que evitar tocar la cara con las manos en la medida de lo posible porque siempre puede haber bacterias. Es verdad que hay veces que la piel empieza incluso a picar, pero hay que aguantar.
Alimentación saludable: aunque siendo estrictos la relación entre alimentación y acné no está claramente demostrada, sin duda, una dieta adecuada en muchos casos contribuye a tener una piel sana. Todas notamos que cuando nos cuidamos más, la piel está reluciente.
Limpia bien tu piel: hay que ser riguroso y cuidadoso con la limpieza, por la mañana y por la noche. Para una limpieza 10, os recomendamos nuestro dispositivo Luna 3 de FOREO, para nosotras un indispensable en nuestra rutina facial.
Es importante que al limpiar la piel no deslices los discos limpiadores o toallitas por el rostro. Debemos limpiar la piel dando toquecitos para evitar arrastrar la suciedad de un lado a otro y extender las infecciones.
Adicionalmente, es importante que uses jabón y agua micelar amables con tu piel, hay veces que por evitar el acné utilizamos productos agresivos que acaban también con las bacterias buenas de nuestra piel y nos hacen más vulnerables a agresiones externas.
Hidrata: es cierto que hay que evitar texturas oleosas (yo sólo las evito en esa zona porque el resto de mi cara las necesita al tener la piel tan seca), pero debemos nutrirla igualmente.
Por último, relájate: si el estrés es una de las principales causas, claramente relajarnos nos será de gran ayuda. Ya no hay excusa, prueba a practicar 15 minutos de mindfulness por la mañana o por la noche, tu piel te lo agradecerá.
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