¿Rondas los 40 años y te preguntas cómo lo afrontarás? ¿Estás en plena crisis de los 40? ¿Tienes 25 y crees que te las sabes todas? Bienvenida, somos legión. Por eso, entre todo el equipo que ya estamos en ese rango de edad, hemos elaborado esta lista de 25 cosas que se aprenden al cumplir 40 años.
-Empieza a darte igual lo que opinen los demás de ti, y a importarte más lo que opines tú de ti.
-La crisis de los 40 sí existe, pero se supera. Como diría Milena Busquets, “También esto pasará”.
-Hablar de lo que te preocupa con alguien de confianza es un must vital al que no debes renunciar. La vergüenza está demodé.
-Gustarte a ti misma es más difícil que hacer un triple mortal, pero los años te traen más seguridad.
-Cuando te haces autofotos por error te preguntas: ¿Esa señora que sale soy yo?
-Te das cuenta de que haber hecho ejercicio de manera regular los años pasados, sí era importante. Muy importante.
-El SPF son tus nuevas siglas favoritas, la crema nutritiva tu ángel de la guardia y la tecnología cosmética tu descubrimiento más revolucionario.
-Los 40 son los nuevos 30, sobre todo con un dispositivo inteligente a tu lado.
-La presbicia existe y tú no te vas a librar de ella, pero hay gafas muy top para contrarrestarla.
-Después de décadas de odio, te gusta que te venga la regla puntual cada mes.
-Las rutinas de belleza pueden ser mucho más que un mero trámite, pueden ser un placer y un disfrute.
-El sexo placentero forma parte del autocuidado, faltaría más.
-Eres capaz de decir NO con mayor rotundidad: a un evento, a un favor inoportuno, a tu suegra…
-La quedada de amigas cada vez es más necesaria, aunque os lleve meses planificarla.
-Asumes lo de “señora” y te importa un bledo, incluso te gusta. Una señora elegante, por supuesto.
-Con las amigas de verdad, no pasa el tiempo, aunque os veáis una vez al año, la diversión, el salseo y el cariño siguen intactos.
-Hablar de lo que te preocupa con alguien de confianza es un must vital al que no debes renunciar. La vergüenza está demodé.
-El reguetón te queda a la misma distancia que la Tierra de la luna, pero Instagram y hasta TikTok son algo a compartir con tus hijos.
-Empiezas algunas frases diciendo: “En mis tiempos…”. Y te acuerdas de “Las chicas de oro”.
-Tus papis necesitan tus cuidados, los papeles se van invirtiendo.
-Los grupos de WhatsApp del colegio no son útiles: son un mal necesario que se puede silenciar.
-Las visitas al médico se hacen más frecuentes: para ti, tus niños, tus padres…
-No todo cambia: pasan los años y sigues odiando planchar. Y fregar, y barrer…
-Nadie puede quitarte todo lo que has bailado, y lo mejor es que puedes seguir haciéndolo.
-Repites expresiones que decía tu madre palabra por palabra. Ni consola ni consolo. Y te hace gracia.
-Las resacas ya no son llevaderas, así que menos, es más. Otro cóctel, por favor.
-Prefieres el plan mañanero antes que el nocturno, el afterwork no te interesa y tu casa es el mejor lugar del mundo.
Esta lista podría ser mucho más larga, pero entendemos que, a tus 40 años, eres una mujer muy ocupada y que si has llegado hasta aquí es porque te has sentido identificada. Y nosotras agradecidas.