Bienvenidas al club de Los Felices 40. Ese en el que nos hallamos inmersas una buena parte de la generación X, nacidas en la década de los 70. Divididas entre la certeza de sentirnos más sabias y seguras de nosotras mismas que nunca, y las dudas de afrontar una etapa de cambios físicos significativos, que devienen en eso que ha venido a llamarse “crisis de la mediana edad”. Pero vamos al lío: ¿hay secretos para cuidar la piel de más de 40 años? Por supuesto.
Vaya por delante que no nos gustan ni las obligaciones inamovibles ni las verdades absolutas. Sabemos que hay pieles de más de 40 años mejores que otras de 30, pero es innegable que la edad es un factor biológico que nos afecta. Y la pérdida de colágeno es una realidad, y además, dolorosa.
¿Qué activos cosméticos necesitamos sí o sí cuando cumplimos 40 años?
Ácido hialurónico, el dios de la hidratación. Tiene una sorprendente capacidad para retener el agua. Puede retener hasta 1.000 veces su peso en agua, lo que lo convierte en un hidratante excepcional. Cuando se aplica en la piel, ayuda a aumentar los niveles de hidratación, manteniéndola tersa y suave.
Retinol, el superhéroe de las líneas de expresión. Es una forma de vitamina A, esencial para la salud de la piel. Sus superpoderes van desde reducir arrugas y líneas de expresión, mejorar el aspecto de manchas, controlar el acné y unificar la textura de la piel. Es un antioxidante muy potente, es decir, ayuda a proteger la piel de los radicales libres y la protege frente a los rayos UV.
Vitamina C, la socorrista de nuestra piel. El cuerpo humano no produce vitamina C, pero la necesita como una diva a su diván. También antioxidante, reduce la hiperpigmentación, tan frecuente en nuestras pieles de más de 40 años, estimula el colágeno, el gran desaparecido, mejora la luminosidad y textura y fortalece mucho la barrera cutánea, lo que ayuda a mantener la hidratación. Nuestro Sérum by SKINVITY es un buen ejemplo de cosmético con vitamina C.
Péptidos, el BFF de la firmeza. Los péptidos son componentes básicos de las proteínas, con un montón de funciones de las que nos convienen. Ayudan a fortalecer la barrera de tu piel y a reducir esas odiosas líneas finas que un buen día aparecen sin invitación, como una suegra o una vecina chismosa. Estimulan el colágeno, reducen la inflamación, por eso son útiles en mujeres de más de 40 años con la piel sensible o propensa al envejecimiento.
Ácido glicólico, tu nuevo mejor amigo. Es un activo cosmético muy conocido por sus propiedades exfoliantes y es ampliamente utilizado en productos de cuidado de la piel para mejorar la textura, la apariencia y la salud de la piel. Para tratar las manchas es estupendo, también hidrata y elimina las células muertas, por lo que atenúa ese aspecto ajado que tanto nos pesa. Da lustre, en una palabra. No olvidéis usarlo siempre con factor solar y probar nuestro sérum, que lo contiene.
Tecnología cosmética para pieles de más de 40 años. Bienestar femtech del bueno.
Terapia de Luz LED. Un poco de música, le damos al ON y empieza la party en nuestra piel. Somos sus fanes nº1, al nivel de Madonna o de Rosalía. Podríamos escribir páginas sobre ella. Resumiendo mucho, es un tratamiento no invasivo que utiliza diferentes longitudes de onda de luz para estimular y rejuvenecer la piel. Estas luces de baja intensidad no contienen rayos UV dañinos y son seguras para la piel.
Reduce la inflamación, estimula el colágeno, mejora la textura de la piel, aclara manchas y es un excelente tratamiento antiacné -sobre todo la luz azul, que destruye las bacterias que ocasionan problemas de la piel-.
Tanto nos gusta que nuestro primer dispositivo cosmético es una máscara Led, que combina luz roja e infrarroja y luz azul. Son las 3 luces de las que más estudios se han realizado. Nos gustan las certezas, incluso en lo innovador.
Radiofrecuencia, una apuesta segura. Se lleva utilizando décadas en las clínicas de belleza. Y hasta hace unos años solo estaba al alcance de celebrities y damas adineradas. Hoy cualquier mujer de más de 40 años puede tenerla en la estantería de su baño, gracias a marcas como TriPollar, que pusieron esta tecnología a nuestro alcance, democratizando el bienestar, como debe ser.
La radiofrecuencia estimula la producción de colágeno como nadie, lo que mejora la firmeza y la elasticidad de la piel. Esto es especialmente beneficioso en áreas donde las pieles de más de 40 años tienden a ceder, como la cara, el cuello y el escote. Recupera los contornos perdidos y vuelve a elevar nuestros pómulos.
Microcorrientes, pequeñas pero matonas. Son corrientes eléctricas de baja intensidad, que sirven para estimular los músculos y la piel. Son tan suaves que solo notamos un leve cosquilleo -más o menos molesto según nuestra sensibilidad-, pero tan eficientes para tu piel como un Bloody Marie para la resaca. Tonifican la musculatura facial -recordad que la cara tiene más de 40 músculos-, lo que contribuye a reducir líneas de expresión y arrugas. También mejoran la circulación sanguínea, esto se traduce en un aspecto saludable, de piel jugosa. Reducen la hiperpigmentación, porque contribuyen a la renovación celular y además ayudan a retener la humedad, lo que equivale a mejorar la hidratación. Qué bien suena todo.
Como veis, oh amigas en Los Felices 40, la cosmética y la tecnología nos apoyan en este camino. No olvidemos regar estos autocuidados con un buen vino, quedadas de amigas, sexo del bueno, lectura, podcast, música y cualquier otro disfrute que nos haga sentirnos plenas, sabias y seguras de nosotras mismas. Brindamos por ello.