Una de las claves para entender cómo retrasar el envejecimiento cutáneo reside en comprender a fondo los fibroblastos, que son las células constructoras de nuestra piel. Son los encargados de producir colágeno, elastina y otras proteínas esenciales para mantener la estructura, firmeza e hidratación de la piel.
Es empezar a notar los estragos del envejecimiento y despertar en nuestro interior un interés especial por nuestra piel, hasta ahora una parte de nuestro cuerpo que no nos había preocupado. Y eso que es el órgano más grande del cuerpo, nuestro escudo protector y nuestro sello distintivo, porque es única, no hay dos pieles iguales, cada una tiene su huella personal que la identifica.
Y llega un día que la piel ya no es la que era, empieza a cambiar. Y entonces nos interesa saber qué está pasando. Un interés genuino e interesado, claro. Pero sin duda una buena noticia para ella, porque saber más sobre la piel es el primer paso para proporcionarle los cuidados que necesita. Como siempre decimos, no podemos detener el paso del tiempo, pero sí podemos ralentizarlo y optimizarlo. Lo que no es poco.
¿Dónde se encuentran los fibroblastos?
Los fibroblastos se encuentran principalmente en la dermis, la capa intermedia de la piel.
¿Para qué sirven?
Las funciones de los fibroblastos son muchísimas, pero podemos destacar las principales, las que te van a resonar bien:
- Producción de colágeno y elastina: estas proteínas son esenciales para la estructura y firmeza de la piel. Con el paso del tiempo, la producción de colágeno y elastina disminuye, es el principal síntoma de envejecimiento y el que más consecuencias tiene, lo que se traduce en la aparición de arrugas y flacidez.
- Cicatrización de heridas: Los fibroblastos también son los responsables de la cicatrización de heridas. Cuando la piel se daña, los fibroblastos proliferan y producen nuevas proteínas para reparar el tejido dañado. Células enfermeras.
- Protección de la piel: Los fibroblastos también producen sustancias antioxidantes que protegen la piel del daño solar y de los radicales libres.
¿Cómo podemos cuidar nuestros fibroblastos?
Sí, seguro que no te imaginabas a tus 20 años cuando te tumbabas al sol sin protección solar, leyendo sobre como cuidar los fibroblastos ¿verdad? Que sepas que estás haciendo lo correcto y aquí el refrán “más vale tarde que nunca” encaja de maravilla.
Existen diversos factores que pueden afectar a la salud y actividad de nuestros fibroblastos, como la edad, la exposición solar, la contaminación y el estrés.
Por suerte, también hay muchos hábitos y productos que podemos incorporar a nuestra rutina diaria para cuidar nuestros fibroblastos y retrasar el envejecimiento de la piel:
- Comer bien y sano. Una dieta rica en frutas, verduras y antioxidantes aportará a tu piel los nutrientes necesarios para que los fibroblastos funcionen correctamente.
- H2o a discreción: La hidratación es fundamental para la salud de la piel en general y de los fibroblastos en particular.
- Protegerse del sol: El sol es uno de los principales enemigos de los fibroblastos. Utiliza siempre protector solar con un factor de protección alto (SPF 30 o superior) y evita la exposición solar durante las horas centrales del día. Esto que sea religión.
- Utilizar productos cosméticos adecuados: Existen muchos productos cosméticos específicamente formulados para estimular la producción de colágeno y elastina, y proteger los fibroblastos del daño ambiental. Busca productos que contengan ingredientes como retinol, ácido hialurónico, vitamina C y péptidos.
- Llevar un estilo de vida saludable: Dormir lo suficiente, gestionar el estrés y evitar el consumo de tabaco y alcohol también son hábitos que ayudarán a mantener tus fibroblastos sanos y activos.
Y el truco que te hará triunfar…
Más allá de usar los mejores activos cosméticos, la tecnología cosmética más sorprendente, de seguir los consejos anteriores al piel de la letra, hay una palabra que es la clave en cualquier tratamiento para el cuidado de la piel: la constancia. Tu piel necesita cuidados diarios, preferiblemente mañana y noche. Dáselos y verás como ella lo agradece, luciendo más radiante.
La buena noticia es que los tratamientos funcionan y una piel de 50 bien cuidada puede verse infinitamente mejor que una de 40 descuidada.