Retinol y radiofrecuencia ¿se pueden combinar?

Retinol y radiofrecuencia: ¿se pueden combinar?

En el vasto, amenos y apasionante mundo de la cosmética y la tecnología cosmética, pocas combinaciones generan tanta curiosidad como la del retinol y la radiofrecuencia. Si estás aquí, seguramente ya te has preguntado más de una vez si estas dos celebrities del skincare pueden combinarse. La respuesta te va a gustar. 

¿Qué es el retinol?

El retinol, ese pequeño pero potentísimo ingrediente derivado de la vitamina A, se ha ganado su lugar en el podio de los tratamientos anti-edad. ¿Por qué? Porque es capaz de acelerar la renovación celular, estimular la producción de colágeno y atenuar manchas y arrugas. Algunos dirían que es el remedio mágico para una piel más joven y luminosa. Pero, ojo, también tiene su truco: puede ser irritante, especialmente al principio, y su uso debe ser gradual.

¿Y la radiofrecuencia?

La radiofrecuencia es la diva de la tecnología cosmética, a la par que la luz LED. Se trata de un tratamiento no invasivo que utiliza energía de radiofrecuencia para calentar las capas profundas de la piel. ¿El resultado? Un efecto tensor y reafirmante, gracias a la estimulación del colágeno y la elastina. Es como un lifting, pero sin bisturí. Dicho de otra manera, es belleza natural, como nos gusta a nosotras. Es saludable para tus células y, en consecuencia, para tu piel. Que pueda utilizarse desde casa es una fantasía sin precedentes.

La gran pregunta: retinol y radiofrecuencia ¿se pueden combinar?

La respuesta corta es… ¡sí! Tanto el retinol como la radiofrecuencia son efectivos por sí solos, pero su combinación puede potenciar sus beneficios si se hace correctamente. Aquí van algunos tips para lograrlo sin dramas:

1. Empieza despacio: si eres nueva en el uso del retinol, dale tiempo a tu piel para que se acostumbre antes de añadir la radiofrecuencia. Unas cuatro semanas deberían ser suficientes. 
2. Intercala tratamientos: puedes usar el retinol y radiofrecuencia en la misma sesión. Pero también puedes intercalar los días: retinol una noche, radiofrecuencia la siguiente. Así, tu piel tiene tiempo de recuperarse y beneficiarse de ambos.
3. La hidratación es clave: ambos tratamientos pueden secar la piel. Asegúrate de usar un buen hidratante y, si es posible, uno con ingredientes calmantes como el ácido hialurónico o la niacinamida. Que la piel se pele con el retinol es algo normal y no pasa nada, si solo notas ese síntoma. Nos pasa a muchas. 
4. Protección solar siempre: el retinol aumenta la sensibilidad al sol, y aunque la radiofrecuencia no lo haga directamente, una piel más expuesta necesita protección. Un SPF alto es imprescindible cada mañana y ya sabéis nuestro mantra: repetid cada 2 horas y no olvidéis el cuello y escote. Por otro lado, en verano no se recomienda empezar un tratamiento con retinol. Si nunca lo has usado, espera a septiembre.
5. Escucha a tu piel: la piel nos habla y tenemos que escucharla. Si notas irritación, rojeces o cualquier molestia, reduce la frecuencia de uso del retinol o baja la intensidad de la radiofrecuencia. Cada piel es un mundo, y lo que funciona para una puede no ser ideal para otra. Y, ante la duda, consulta a un dermatólogo de confianza.

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Conclusiones

Combinar retinol y radiofrecuencia es posible y puede ser muy beneficioso si se hace con sentido y sensibilidad. Estos dos tratamientos, cada uno con su gran potencial, pueden proporcionarte  una piel más firme, luminosa y joven. Son dos grandes nuevos amiguis a partir de los 40 años.