Ritual del buen sueño

No es un secreto: dormir bien es imprescindible para estar mejor, física y anímicamente. Para hacerlo es fundamental crear un buen ritual de sueño.

Hablando entre nosotras de qué es el bienestar, el sueño surgió como un elemento imprescindible para alcanzar esa mágica sensación de sentirte bien con la vida.

No hablamos de sueños, que esos también, sino de dormir bien, a pierna suelta o como un lirón.

También nos dimos cuenta de una cosa: hablamos sin parar de la importancia de una rutina beauty, pero ¿qué hay de una rutina de sueño eficiente y constante?  Fundamental también para tu bienestar.

Para entrar en materia, unas primeras conclusiones básicas:

Los aspectos ambientales importan

Y mucho. Una cama bien hecha para algunas personas como Myriam, de Skinvity, es vital: “Mi cama es mi refugio y, por eso, no pasa un día en que no la ventile bien y la haga con exquisita dedicación”. Y quien dice cama dice dormitorio, iluminación, temperatura.

Haz un repaso mental de estos parámetros. Lo ideal es que, en el momento de acostarte, en tu habitación no haga demasiado frío ni calor, que haya silencio y oscuridad como si entraras a un santuario, dedicado solo a ti.  

La tecnología aquí no es nuestra amiga

Y nosotras, estandartes de la innovación tecnológica, apasionadas del universo virtual, teníamos que decirlo. Si quieres dormir bien, es mejor que desconectes cualquier aparato electrónico al menos 2 horas antes (nuestros dispositivos puedes usarlos :-)). Lo dicen los expertos y nosotras lo hemos testado durante dos semanas y TODAS en el equipo Skinvity, hemos notado mejoría para conciliar el sueño. Solo aceptamos que lo uses a la hora de la siesta, con algún contenido de Napflix, una divertida plataforma creada en 2016 que alberga solo contenidos soporíferos, y fue creada con esa intención.

Mantener un horario regular es muy buena idea

Como no queremos aguar ninguna fiesta, te proponemos que lo cumplas solo entre semana. Cualquier gurú del sueño te lo diría también. Acostarse siempre a la misma hora es el primer y más potente hábito que podemos adquirir. Y mejor más pronto que tarde.

Una vez hemos analizado los aspectos prácticos, aquí va nuestro ritual, dividido en diferentes propuestas, o pasos, para que puedas escoger qué incorporar.

1. RELÁJATE.

Si entrenas, termina al menos dos horas antes de irte a dormir. No somos máquinas, el sosiego es algo gradual. Lee, pasea, mira el cielo estrellado, y deja que la sensación de relajación te vaya invadiendo. Y atenúa las luces, para ayudar a la producción de melatonina.

2. DATE UN BAÑO O DUCHA CALIENTE.

El agua caliente ayuda a reducir la temperatura del cuerpo, y esto le indica a nuestro cerebro que ha llegado la hora de dormir. Es un favorecedor natural del ritmo circadiano. Y si lo acompañas de una playlist con música tranquila y preciosa como esta y enciendes una vela lo elevas a placer sublime.

3. LÁNZATE A LA AROMATERAPIA

Porque algo que lleva siglos utilizándose merece una oportunidad. Y el olfato es uno de los sentidos que más directamente conecta con el cerebro. Y al modo pauloviano, si eres fiel al mismo aroma justo antes de dormir, tu cerebro lo asociará al momento sueño. Sándalo, lavanda, manzanilla o jazmín ayudan con el insomnio. 

4. MEDITA

“Desde que empecé a meditar, mi vida dio un giro radical”. Blanca, CEO y fundadora de SKINVITY, tiene clarísimo cómo influye positivamente incorporar a nuestras vidas esta práctica ancestral. Si nunca lo has hecho, prueba a iniciarte con esta serie de Netflix “Guía Headspace para la meditación”. Pero no te la pongas antes de irte a la cama justo ????.

5. DA LAS GRACIAS

Esto se trata de dedicar unos minutos al final del día a agradecer todo lo bueno que te ha sucedido. Puede ser una persona, una situación, un detalle… todo vale.

Si adquieres esto como un hábito diario, ese momento de gratitud al final del día será un inductor de sueño maravilloso. Pensar en positivo relaja.