3, 2, 1: hablemos de acné, manchas faciales y piel apagada

Estamos en otoño, a las puertas del invierno y la mayor preocupación cosmética que tenemos por aquí es terminar, o mejor, empezar, el año, con buena piel. Jugosa, luminosa y con una textura uniforme y tersa. Por eso, es hora de que hablemos de acné, manchas faciales y piel apagada.

La búsqueda de la mejor piel en la cara es un objetivo de todo el equipo SKINVITY: lo queremos las de 50 y también las de 25. Cada edad tiene sus necesidades, pero todas las pieles han de ser cuidadas.  

Y es que la piel es un lienzo que refleja nuestra salud y bienestar y mantenerla hidratada, nutrida y cuidada es un must vital. Ese momento cuando alguien te hace una foto y ¡maravilla! tienes una cara radiante, incluso al lado de alguien más joven. Aplauso.

De entre todos nuestros dispositivos inteligentes, hemos seleccionado nuestra máscara LED –Silicone LED Mask– como el facial más atemporal y que mejor soluciona estos tres problemas de la piel.

Pero ¿cómo y por qué la Silicone LED Mask de SKINVITY es el dispositivo que necesitas si sufres de acné, manchas faciales y piel apagada?

El acné puede afectarnos a todas, no distingue entre edades ni gustos literarios, aunque ya sabemos que, en las distintas etapas de la vida, cuando las hormonas se revolucionan, se viene arriba. Es curioso que el acné adolescente es más común en hombres que en mujeres, pero el acné en la edad adulta es más frecuente en mujeres.

La luz azul tiene un efecto bactericida, que la hace idónea para el tratamiento del acné y sus problemas inflamatorios. Además, ayuda a mitigar las lesiones y bajar la inflamación, penetrando en la piel y produciendo una gran cantidad de oxígeno que destruye las bacterias que causan enfermedades en la piel, no solo acné sino otras como rosácea. Su uso frecuente previene de brotes futuros y te mantiene la piel clara y libre de imperfecciones. Todas sabemos hasta qué punto un grano inoportuno puede arruinarte el día.

Las manchas faciales son resultado de una hiperpigmentación en la piel, que deviene de causas diversas: desde la genética individual a la sobreexposición al sol, el envejecimiento de la piel, los desequilibrios hormonales y otros problemas de salud diferentes. Del melasma a los léntigos solares o seniles, las que tenemos más de 40 años comprobamos en primera persona cómo la frase tan lapidaria de: “La piel tiene memoria”, es cierta. Y de aquellas cremas Niveas mezcladas con mercromina, estos lodos (o manchas).

Está comprobado que la luz LED proporciona una oxigenación de las células que impacta en el tono de la piel y en su apariencia. No como la panacea que les hará desaparecer 100%, pero sí mejora mucho su aspecto y las atenúa.

Además, la terapia de luz LED es un tratamiento reconocido y probado clínicamente. Estudios de laboratorio han demostrado que cuando la piel se expone a longitudes de onda de luz LED, las células de la piel se regeneran en promedio 150% a 200% más rápido y su hidratación puede aumentar hasta en un 600%.

La piel apagada es otro de los males de la piel madura, incluso en aquellas mujeres que se cuidan razonablemente bien (no se acuestan maquilladas ni otras atrocidades cosméticas de ese estilo). La luz led roja contribuye a la regeneración celular y eso es un punto súper necesario para devolver la luz a tu rostro. Luz que proporciona luz.

Otra de las ventajas enormes a nuestros ojos es que la terapia lumínica es un tratamiento no invasivo, indoloro y, aplicada siguiendo las indicaciones pertinentes, sin ningún efecto secundario.

Tiene sesiones de 10 a 30 minutos, y te permite realizar otras tareas mientras la usas. Y, por supuesto, tú escoges cuándo y dónde crear tu rutina lumínica. Podríamos seguir arrojando luz sobre las virtudes de este dispositivo, pero mejor que lo haga ella.