Como sabéis, en SKINVITY nos gusta cuidarnos, sacar nuestra mejor versión, o al menos intentarlo. El autocuidado es un derecho, no un deber. Y no es un lujo, es una prioridad.
Somos apasionadas de la tecnología cosmética y la cosmética en general. Y creemos tozudamente que establecer rutinas que combinen constancia con disfrute mejoran nuestro cuerpo y, por ende, nuestra mente. Expresada nuestra declaración de intenciones vital, también reivindicamos las vacaciones de autocuidarnos, la no imposición de rutinas, la diferenciación entre mujeres y sus preferencias (cada mujer y momento vital son diferentes y tienen distintas necesidades).
A algunas de nosotras, en verano, el cuerpo nos pide vacaciones de cuidarnos. Otras, en cambio, más rigurosas con sus rutinas, sencillamente las cambian, adaptándolas a los viajes o a la vida más relajada. La libertad es un estandarte vital, también en el mundo de la belleza.
“Yo me llevo solo Fixeye para contorno de ojos y cara y Glo 190+ para el cuerpo. El primero no ocupa nada y se pasa en un minuto y el segundo por dos razones: no puedo vivir sin él y me lo paso por la noche, después de la ducha en 15 minutos”.
El autocuidado de Evelyn. CFO.
“En verano tengo ganas de piscina, de atardeceres en la playa, de siestas bajo higueras o donde se tercie, de leer y holgazanear. Eso también me parece autocuidado. Me cuido lo imprescindible, es decir, protección solar, limpieza facial e hidratación corporal. Los dispositivos los dejo descansar, hasta septiembre que volveré con ganas.
El autocuidado de Myriam. Directora de Contenido.
«Para mí verano y autocuidado van de la mano. ¿Por qué? Porque durante el resto del año tengo menos tiempo de disfrutar de mí misma. Por eso, en vacaciones, viajo equipada con todos mis dispositivos y con todos mis productos cosméticos. Los utilizo muchísimo y a diario, sin prisas».
El autocuidado de Carolina. CMO.
Investigando y preguntando en nuestro entorno, nos damos cuenta de que esta diversidad beauty es más común de lo que creíamos. Y es que el concepto de autocuidado es muy amplio: a veces significa dedicarnos tiempo a nosotras mismas, yendo a hacerte una manicura o mientras te pasas tu dispositivo favorito y otras veces ese relax mental pasa por no hacer absolutamente nada, reducir a los mínimos las rutinas.
Por eso, creemos que la tecnología cosmética ha venido a ayudarnos, a saciar esta necesidad de independencia y de no imposición. Porque no dependemos absolutamente de nadie para buscar ese bienestar que en cada mujer se define de una manera distinta. Para unas autocuidarse es hacer deporte 3 veces a la semana, para otras es cuidar su alimentación y algunas mujeres hacen de sus rituales beauty su templo íntimo. También hay quien prefiere alimentar el espíritu y no se preocupa del físico. Si estás aquí seguro que no eres de ese team. Nosotras sí creemos que estar bien por dentro se refleja fuera, pero también que estar bien por fuera, nos repercute dentro.
Además de la libertad como bandera, también defendemos el sentido del humor como herramienta que complementa y alivia la huella del paso del tiempo. Reírse de una misma -de nuestras uñas sin pintar– y compartir nuestras preocupaciones con nuestras amigas/ comadres, ayuda a sentirnos más ligeras y contentas.
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